miércoles, 25 de febrero de 2009

"la Torre de Papel" - "por tierras escocesas" - "Suspersticiones Poéticas de la Escocia".



Anotaciones de trabajo:

 Aquel agosto creo que corría el año de 1980; yo permanecía ocioso con la excusa de un brazo fracturado, el yeso que me lo cubría me había provocado a causa de la picazón unas llagas que me asemejaban a un infectado; sabía que aquella mañana pasaría algo bueno, era casi imposible que ocurriese algo peor..; oí como subía mi madre por las escaleras, se plantó frente a mí con su cara sonriente, traía dos maravillas en las manos, un aguilucho con un ala rota seguramente recogido en un campo próximo a la "Picadueñas", de aquellos años, barrio fronterizo entre el Jerez urbano y las lomas y marismas que se extendían hacia la costa; la otra, un maltrecho volumen, una suerte de miscelánea literaria, datado creo recordar en los años 30 del siglo XIX, (1836 ?); el libro en cuestión contenía entre otros artículos de viajes, y folletinescas novelas por entregas, uno que despertó mi curiosidad inmediatamente y el hambre de aventuras de un incipiente pintor, que soñaba con viajar por tierras de celtas y pictos para pintar acuarelas, emulando a John White, "Suspersticiones Poéticas de la Escocia"; la situación pasado el tiempo me recuerda una escena de una película sobre la leyenda del Rey Arturo, (film dirigido por Antoine Fuqua), en la que Tristan interroga a un halcón trasunto de la rubia Isolda: "¿dónde estabas, qué hacías..?";

"Tristan and Isolde"
(1912)
John Duncan, 1866-1945


el volúmen que junto a la rapaz habían sido rescatados por un vecino, un tal Antonio, y entregados a mi madre, se quedó conmigo al menos durante un tiempo, años más tarde mi profesión como "librero de mochila", y mi eterna necesidad de fondos, lo llevaron a otras manos..; tuve no obstante el suficiente sentido práctico de fotocopiar estas páginas a tiempo, estan destinadas a formar parte del corpus fundamental de un proyecto editorial, adscrito a "La Compañía Icónica de la Tabla Cuenta-Cuentos, de la Frontera del Río Letheo"; un libro de viajes algo atípico, que por ahora mantiene el nombre de "Albae; un viaje romántico por la antigua Caledonia" ; aún no he dirigido mis pasos hacia aquellas tierras, he hoyado otras igual de exóticas, en viajes también relacionados o provocados por libros, y por mujeres con mirada de águila; el ave se recuperó según me informaron más tarde, también yo de mi "ala rota", pero supongo que esta es otra historia...








 Páginas del libro que contienen el artículo:
"Suspersticiones Poéticas de la Escocia".

2 comentarios:

  1. Genial este relato hermano! Hasta una anécdota de juventud sabes darle ese toque "romántico", casi épico... tanto que, podriá ser la historia de cualquier protagonista de una de esas historias que tanto nos gustan, jejeje!Un abrazo desde las inmediaciones de Tablada :)

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  2. En este caso no era un aguilucho sino un mochuelo, con sus grandes ojos, pero con una pata rota, que fué lo que inspiro al Doctor Péczely, de Viena, para desarrollar y fundar la Ciencia del Iris. Y el hecho se produjo cuando al romperse la pata en el ojo del mismo lado, en el claro y limpio iris del mochuelo apareció una mancha en forma de raya que lo cruzaba. Observó que el aspecto dela raya se iba transformando conforme el mochuelo se curaba.
    Posteriores estudios han demostrado, que a traves del Iris se pueden realizar diagnosticos medicos, e inclusive que son distintos para cada persona, con lo que ya se estan empleando en medidas de seguridad, como si de las huellas digitales se tratara.

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